Programa de Doble Enfoque

El Programa de Doble Enfoque ofrece tratamiento con hospitalización para personas con problemas emocionales o psiquiátricos significativos y adicción a sustancias químicas. El Hospital Gracie Square brinda tratamiento integral en una unidad especializada que utiliza una combinación flexible de modelos psiquiátricos y de drogadicción en un entorno terapéutico de apoyo. Nuestro personal altamente capacitado, especializado y experimentado consta de psiquiatras, enfermeros especialistas, enfermeros, trabajadores sociales, terapeutas de actividades y asesores de drogadicción, así como consultores médicos, neurológicos y psicológicos.

Algunas personas con adicción a sustancias químicas no responden de inmediato al tratamiento estándar de drogadicción. De hecho, muchos de estos pacientes padecen de dos enfermedades simultáneas. A menudo, estos pacientes con un diagnóstico doble reciben tratamiento en sistemas de salud mental o sistemas de adicciones, o van y vienen entre uno y otro. Frecuentemente,este enfoque fragmentado suele conllevar a el fracaso del tratamiento. El Programa de Doble Enfoque ha sido diseñado específicamente para ofrecer un programa de tratamiento integrado único adaptado a las necesidades de esta población especial, que aborda componentes psiquiátricos y de adicción.

La unidad presta servicios a personas con adicción a sustancias adictivas o incluso abstinencia reciente complicada por la dificultad de afrontar el estrés de la etapa inicial de recuperación. El equipo tiene la capacidad de diagnosticar síntomas de abstinencia y tratarlos adecuadamente mientras aborda la depresión, el trastorno bipolar, los trastornos psicóticos, los trastornos de personalidad y demás afecciones simultáneas. El programa es un tratamiento de atención aguda con hospitalización en el que la mayoría de los pacientes permanecen alrededor de diez días. El equipo multidisciplinario elabora un plan de tratamiento para cada paciente con el fin de abordar los diagnósticos psiquiátrico y de adicción. Trabajadores sociales capacitados en adicciones facilitan los debates sobre las dificultades familiares y las necesidades de vivienda para que los pacientes sean dados de alta a un ambiente lo más terapéutico posible y con la mejor oportunidad de prevenir recaídas.